22 de abril de 2014

SITA Y SU VIAJE A SICILIA - #LaVueltaAlMundoEnSitaDias

La semana pasada el Santo tuvo un Congreso de "Cosas de videojuegos" en Sicilia (y con ésta frase se resume todo mi conocimiento del sector donde trabaja).

Yo, como soy una buena esposa, de las de antes, no he podido dejar de coger un avión y plantarme allí para disfrutar del maravilloso hotel 5* a la orilla del mar.

Unos días magníficos. Sí señor... Bueno, igual exagero una "miaja"...

Lo que voy a escribir tal vez me cueste mas de un disgusto y alguna que otra crítica, pero he de decir que...

A SITA SICILIA LE HA DECEPCIONADO

Pues si, y es que yo aquello me lo imaginaba mas cuidado, mas bonito, con mas encanto... y lo he visto un poco ruinoso (que no antiguo). 


Día 1; Llegada al Hotel

Había tenido una semana de perros, así que decidí que como primer paso para unas vacaciones felices iba a disfrutar de mi suite con salón, balcón, el hotel, la piscina, la terraza... Me dí el lujo de cenar en la habitación mientras leía mi libro (Si tenéis ganas de un buen libro "Los Enamoramientos" de Javier Marías)


Día 2; Taormina

Este pueblo es una pequeña joya, si tuviera que elegir un solo lugar de toda Sicilia elegiría Taormina sin duda. Es un precioso pueblecito situado en lo alto de una colina a la que accedíamos por teleférico desde la playa.

Una de las cosas mas importantes que visitar en Taormina es su anfiteatro, las vistas y el atardecer que se contemplan desde allí te dejan sin palabras, pero más sin palabras me dejó el taquillero, cuando le pregunté si podía pagar con tarjeta de crédito, me dijo que no, cuando le pregunté donde había un cajero me dio 2 entradas gratis.

La sorpresa del día fue descubrir un pequeño restaurante escondido de la zona turistica, donde la comida era deliciosa y el dueño un señor maravilloso. 

Día 3; Agrigento 

Pues después de un reparador sueño y hacer acopio de fuerzas en un bufé libre de desayuno digno de Marie Antoinette, fuimos a alquilar un coche para hacer un poco de turismo. Tengo una sensación contradictoria con los italianos, una mezcla de adoración y odio profundo. Un ejemplo; al chico que prefirió invitarme al anfiteatro antes que hacerme caminar por toda Taormina lo admiro, al señor elegante que me alquiló el coche y me dijo; "el pueblo de Agrigento es bellísimo y solo se tarda 1 hora y media en llegar" Lo odio con todo mi alma.

Después de casi 3 horas de viaje llegamos a la Ciudad Medieval de Agrigento, con algunos edificios preciosos y una gran mayoría de edificios y calles decrépitas y sucias. Nos pusimos a caminar para encontrar "la parte bonita" de la ciudad... No la encontramos. 

Cuando ya estábamos a punto de dar por perdida la batalla y volver al hotel (con ganas de dejar una sardina escondida en el maletero del coche, para que el señor del alquiler se volviese loco buscando de donde venia el mal olor). El Santo dijo; "aquí hay mucho B&B, así que tiene que haber algo que ver...".

Pues si que lo había, si bajabas camino de la costa encuentras "El valle de los templos griegos de Agrigento", extendiéndose a lo largo de una cordillera, son una cadena de cinco templos griegos de estilo dórico, un espectáculo digno de comparación con la Acrópolis de Atenas.


Volví contenta para Taormina, con la sensación de trabajo turístico bien hecho y con un helado de chocolate del tamaño de mi cabeza.

La felicidad tardó en desaparecer 2 horas, el tiempo que tardamos en llegar a Catania y perdernos 5 veces en las salidas de la autopista.

Día 4; Catania y Siracusa.

De Catania hay poco que decir, es una ciudad que ha sido destruida y reconstruida 9 veces! La impresión que medio es la de ser una pequeña-gran ciudad y menos turística pero igual de fea. 

Siracusa, es otra ciudad-joya Siciliana, sobretodo la península de Ortigia (la isla-ciudad y el corazón antiguo de Siracusa), donde la plaza de la Catedral y las calles adyacentes me encantaron.


Despues nos dirigimos al parque arqueológico de Neápolis, muy completo él; con su Anfiteatro romano, su Teatro griego, las Latomias (anteras de piedra), su Oreja de Dionisio, y su gruta Dei Cordari.

Para acceder vas paseando por una especie de jardines (donde no tienes muy claro si la entrada es gratis o te has colado sin pagar). Pues no! cuando llevas unos 20 minutos de paseo una chica te pide una entrada, le preguntas donde se compran y te dice que al principio hay un aparcamiento para los autobuses y en ese parking hay una caseta... pues ahí (todo muy lógico y visible)

En este momento el odio me vino con la fuerza renovada, que el Santo me aplacó diciéndome que me quedara allí tomando el sol sentadita que él iba a comprarlas (¡Veis como es Santo!).

En lo que tardó en volver con las entrada vi con agrado como el 90% de los turistas, que no van con TourOperador, tenían que deshacer sus pasos para sacar la entradita.

Una vez que entramos nos dirigimos al Teatro Griego, que no voy a decir que sea feo noooo, porque no lo vi, se ve que tanto a la buena señora que pedía la entrada como a la que las vendía, se le olvidó comentar que estaban preparando un espectáculo y que lo único que íbamos a ver era un escenario (muy moderno) y unos tablones de madera que cubrían todo el anfiteatro...

Pero como El Santo es muy santo y además es un culturetas, se dedicó a contarme la historia del lugar y a intentar que yo reconstruyera con la imaginación todo aquello (después me compró otro helado de pistacho, y otra vez feliz como una perdiz)

Día 5; Más Taormina, compras y relax.

Me quedé en mi rinconcito preferido de la isla, Taormina, pero antes de devolver el coche convencí al Santo para que me llevara a un Outlet de primeras marcas a comprar ropita, le prometí que no estaría mas de 2 horas y.... ¡Lo cumplí!

Después decidimos dedicar nuestro día a disfrutar de la comida, lectura, paseos...


Pues nada, que me vengo contenta de mi viaje pero no es uno de mis rincones favoritos del mundo (Si algún día me pierdo no me busquéis en Sicilia).

Pero como me encanta viajar y, por suerte, lo hago muy amenudo, para mi, aunque no era como me esperaba la isla, debo decir que he pasado unos días geniales, con risas, relax, aventuras y muy buena gastronomía.

¿Habéis visitado Sicilia? ¿Qué os pareció?

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